Abrir el corazón a los más necesitados
- comunidad monástica
- 21 dic 2018
- 6 Min. de lectura

Primera lectura Lectura del primer libro de los Reyes (17,10-16):
En aquellos días, el profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta, y, al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: «Por favor, tráeme un poco de agua en un jarro para que beba.» Mientras iba a buscarla, le gritó: «Por favor, tráeme también en la mano un trozo de pan.» Respondió ella: «Te juro por el Señor, tu Dios, que no tengo ni pan; me queda sólo un puñado de harina en el cántaro y un poco de aceite en la alcuza. Ya ves que estaba recogiendo un poco de leña. Voy a hacer un pan para mí y para mi hijo; nos lo comeremos y luego moriremos.» Respondió Elías: «No temas. Anda, prepáralo como has dicho, pero primero hazme a mí un panecillo y tráemelo; para ti y para tu hijo lo harás después. Porque así dice el Señor, Dios de Israel: "La orza de harina no se vaciará, la alcuza de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra."» Ella se fue, hizo lo que le había dicho Elías, y comieron él, ella y su hijo. Ni la orza de harina se vació, ni la alcuza de aceite se agotó, como lo había dicho el Señor por medio de Elías.
Palabra de Dios
Hermanos hoy el Señor por medio de Elias te dice, nos dice a todos, que abras el corazón a los mas necesitados, que espera que le brindas algo para beber y comer. Nos surge la caridad de Cristo que abarca toda nuestra vida, como cristiano debemos sentir los padecimiento de aquellos que sufren. Pero ver las necesidades, es abrazar lo que otros desprecian, consolar o curar las heridas de los que sufren. Dice Jesús, lo que hiciste con estos hermanos, a mi me lo haces. Es la realidad del Cristo que habita en mis hermanos, la profunda unidad de su amor. Esto, hermanos, es permitir qur la caridad de Cristo llegue a tí, te invada y te haga luz, en medio de la oscuridad. Porque es permitir que el Espíritu de Dios encienda en tí los sentimientos de Cristo. Ayuda, a compaña, trabaja, date sin demora a los que ves que necesitan de tus manos, de tus palabras. y si tu corazon te pide que hagas obras de misericordia con el projimo hazlo no te quedes quieto deja que el espiritu de caridad fluya en ti. Elías trae sobre la viuda una noticia: "no se acabará la harina, ni el aceite". Si ella, pobre como es cree en medio de su necesidad en que el Señor sostendrá y no la abandonará, entonces, se cumplirá la palabra de júbilo que Elías le trae. Elías se acerca en nombre de Dios y, con sus signos rompe los estatus, abre las puertas de la vida en medio de la muerte, devuelve la esperazna a una mujer que estaba llamada al deshaucio. Es como el sacerdote en lña Eucaristía, él al elevar el pan y el vino están dándonos ese corazón vivo del Maestro que es quien ha dicho "no os dejaré solos". Nosotros, como la viuda, podríamos acercarnos al altar de Dios, lugar maravilloso donde el Pan puro no permite que se me acabe la vida eterna y, donde la sangre prewciosa del Señor es como el bálsamo de aceite que unge, purifica, alegra.
Salmo Sal 145,7.8-9a.9bc-10
R/. Alaba, alma mía, al Señor
Que mantiene su fidelidad perpetuamente, que hace justicia a los oprimidos, que da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos. R/.
El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos. R/.
Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.
Segunda lectura Lectura de la carta a los Hebreos (9,24-28):
Cristo ha entrado no en un santuario construido por hombres imagen del auténtico, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros. Tampoco se ofrece a sí mismo muchas veces como el sumo sacerdote, que entraba en el santuario todos los años y ofrecia sangre ajena; si hubiese sido así, tendría que haber padecido muchas veces, desde el principio del mundo. De hecho, él se ha manifestado una sola vez, al final de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo. Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez. Y después de la muerte, el juicio. De la misma manera, Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos. La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, a los que lo esperan, para salvarlos.
Palabra de Dios
Evangelio del domingo Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,38-44):
En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo: «¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa.» Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.»
Palabra del Señor
Aqui Jesus nos enseña que cuando vayas a orar no te pongas a la vista de todos para que te adulen. Y te sientas grandes porque oras a tu Dios. Cómo rompe Jesús los esquemas, cómo lo hace totalmente nuevos al hablar con la claridad d los que son libres. Se acerca a los fariseos, a los que pisotean y arruinan la vida de los otros bajo los pretextos del cumplimiento de la Ley, de la perfecta opración, de la lúcida sentencia de que en ellos, Dios, descansa con perfección. Cuántas veces nuestra vida es, dirigida por la ignorancia, igual a la de ellos: vidas que aplastan, que juzgan...Se sienten fuertes y creen que nadie les puede tocar. Sería como la vida de los políticos, de los que manejan influencias poderosas, los que están en altos cargos, creen que nadie les descubrirá porque ellos tienen el poder. Cuándo nos daremos cuenta que deberemos pasar por el juicio de Dios que nos mostrará la realidad de las cosas realizadas. Importante es saber que mi vida está llamada a la santidad de la verdad y no a la frialdad de una fe calculada. La imagen de la pobre viuda en el Templo, en el mismo lugar donde están los Fariseos, para allí elevar las oraciones, es el signo de la casa de Dios donde entrar, significa creer a Dios y actuar como Dios, sin poder manipular estatus sociales. la viuda entra, es su casa, ora, eleva a Dios sus oraciones, pero aunque es absolutamente pobre, no se olvida de apoyar el culto divino con lo poco que tiene para vivir. Es el signo de los pobres enamorados de Dios, que están bajo la mano poderosa del Santo, los que no se pierden en palabrerías, sino que son concretos. Pero los Fariseos, al echar lo que les sobra, se guardan para sí la mayor cantidad. Diezman, pero para sí. no tienen conciencia de misericordia, de ternura, de la gracia con la que Dios les ha curado y sostenido. Son ellos los fuertemente armados de sí. Dios, es a penas "un comodín" para ellos. Aprender de esta "hija de Abrahám" es entender la fe que cultiva el culto, quye lo hace santo, que lo elevada a liturgia. Y Jesús dice a los discipulos: "yo os digo ella ha ganado el reino de los cielos por que entrego como ofrenda todo lo que tenía y eso es para el cielo". Dara para el cielo es entender que éste vive en mí, que mi riqueza es el mismo Cristo que bajó del cielo y me llenó de bienes espirituales y celestia
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